Hoy vamos a hablar de un tema bastante común y que muchos de nosotros tenemos en nuestras vidas cotidianas: el alcohol. Desde celebraciones hasta noches con amigos, el alcohol es una constante en nuestras vidas. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado qué es realmente el alcohol y cómo afecta a nuestro cuerpo? En este artículo, vamos a abordar todo lo que necesitas saber sobre el alcohol.
¿Qué es el alcohol?
En todas las bebidas alcohólicas que solemos beber, ya sea vino, cerveza, vodka o whisky, hay una molécula llamada alcohol etílico o etanol. Este es el único tipo de alcohol que podemos ingerir sin envenenarnos. Se crea a través de un proceso llamado fermentación alcohólica, que sucede en la naturaleza cuando la fruta madura se pudre y es atacada por ciertos hongos llamados sacaromyces. Estos hongos se alimentan de los azúcares que contiene la fruta, transformándolos en moléculas de etanol y dióxido de carbono.
El alcohol en nuestro cuerpo
Cuando bebemos alcohol, este sigue el camino normal de todos los alimentos, pasando por la boca al esófago para luego terminar en el estómago. Aquí, aproximadamente el 20% del alcohol que ingerimos se absorbe, entra inmediatamente en el flujo sanguíneo y comienza a surtir efecto muy rápidamente. El alcohol que no ha sido absorbido por el estómago se traslada al intestino delgado, donde llegará mucho más rápido si bebemos con el estómago vacío.
El metabolismo del alcohol
El alcohol ingresa directamente al flujo sanguíneo, viajando al hígado que tratará de eliminar inmediatamente las moléculas de etanol de nuestro cuerpo. Para hacer esto, el hígado debe descomponer las moléculas de etanol utilizando una enzima llamada alcohol deshidrogenasa, que cambia la estructura química del etanol oxidándolo y transformándolo en acetaldehído, una sustancia muy tóxica y cancerígena.
El acetaldehído se descompone y metaboliza a través del hígado a través de otra enzima, la acetaldehído deshidrogenasa. Sin embargo, si hay más alcohol en el hígado del que las enzimas hepáticas pueden gestionar, el etanol y el exceso de acetaldehído comenzarán a circular en el resto del cuerpo. Es en este momento cuando empiezan a desarrollarse las primeras consecuencias de la intoxicación por alcohol.
Los efectos del alcohol en el cuerpo
La primera consecuencia de la intoxicación por alcohol es un aumento en el suministro de sangre a la piel, lo que explica por qué las personas de piel clara se ponen más rojas y por qué la mayoría de nosotros comenzamos a sudar y a oler a alcohol cuando bebemos en exceso.
Nuestro cuerpo comienza a disminuir la producción de la vasopresina, una hormona que ayuda a los riñones a controlar la cantidad de agua en el cuerpo. La disminución de la vasopresina impide que los riñones re absorban el agua de los líquidos que reciben. Esa agua se expulsa a través de la orina en grandes cantidades, deshidratando el cuerpo.
Cuando el alcohol llega al corazón, los vasos sanguíneos comienzan a dilatarse y la presión arterial comienza a disminuir. A su vez, el corazón comienza a bombear sangre rica en alcohol a los pulmones, parte del alcohol que luego se expulsa cada vez que respiramos. La sangre rica en alcohol se bombea desde el corazón a todas las demás partes del cuerpo, incluido el cerebro, y ahí es donde comienzan a ocurrir los cambios en el comportamiento que conocemos como borrachera.
El alcohol y el cerebro
El alcohol, como todas las drogas, altera el funcionamiento normal de los neurotransmisores en el cerebro humano. Primero, el alcohol aumenta la actividad del neurotransmisor GABA, causándonos somnolencia, lentitud de movimiento y de pensamiento. Por otro lado, disminuye la actividad del neurotransmisor glutamato, haciéndonos más desinhibidos y más dispuestos a tener respuestas emocionales exageradas ante las situaciones en las que nos encontremos.
El alcohol también influencia al neurotransmisor dopamina, que regula la sensación de placer y satisfacción. El alcohol aumenta su producción en nuestro cerebro, causando hiperactividad y euforia. Pero todo tiene un precio y en términos de salud, beber mucho alcohol es muy costoso para el cuerpo.
La resaca
Después de pasar una noche bebiendo, al despertar notaremos dolor de cabeza, membranas mucosas secas, náuseas, dolor de estómago y sensación de agotamiento. El dolor de cabeza y la sequedad de las membranas mucosas son el resultado de la deshidratación causada por la disminución de las vasopresinas.
Los daños del alcohol
El órgano más dañado por el abuso del alcohol es el hígado. Las consecuencias para quienes beben mucho son graves y van desde la hepatitis hasta la cirrosis hepática y cáncer de hígado. Tumores que debido al alcohol pueden originarse a lo largo de todo el sistema digestivo, desde la boca hasta el intestino. El alcohol favorece la aparición de trastornos cardiacos y vasculares como la hipertensión, con el consiguiente aumento del riesgo de accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos.
El alcoholismo también daña nuestra capacidad sexual, causando una disminución de la libido, infertilidad e impotencia en el hombre. Además, el alcoholismo se considera una adicción a las drogas en todos los aspectos, lo que puede conducir a diversos problemas psiquiátricos como depresión, síndromes obsesivos, paranoicos, trastornos alimentarios y muchas otras cosas horribles. Consumir mucho alcohol muy a menudo y durante mucho tiempo puede dañar físicamente nuestro tejido nervioso, originando un daño irreparable en nuestro cerebro.